Catedral de Barbastro (XIV): Torre Campanario

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Torre Campanario de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Situada exenta al templo y realizada con piedra sillar. Tiene planta hexagonal y se levanta sobre el antiguo minarete de la mezquita musulmana. Es una atalaya desde la que se domina toda la población y auténtico símbolo de la ciudad. Formada por tres cuerpos, los dos primeros de época medieval, el tercero realizado en el siglo XVII por Pedro de Ruesta que lo culminó con un antepecho en piedra. En el siglo XVIII se realizó el chapitel de ladrillo que lo remata. Tiene una altura de 50 metros.


La escalera, inicialmente helicoidal, desemboca en una especie de habitación. Y a partir de esta habitación se hace perimetral, ubicada al modo mudéjar entre los dos muros que constituyen las pieles del edificio, y con seis vanos abiertos con arcos de medio punto, tanto al exterior, para iluminación, como para el interior, como acceso a habitaciones ahora inexistentes.

Al llegar a la sala de campanas, ésta se ha convertido en una galería corrida hexagonal, que tiene por un lado la calle y por el otro el gran pozo central interior, protegidos ambos por sendas barandillas. En esta zona se encuentran las cuatro campanas litúrgicas.

El ascenso continúa, de manera perimetral, por una escalera de caracol, hasta llegar a una especie de plataforma desde donde se llega, a través de unas planchas de madera, al lugar donde se ubicaba el antiguo reloj mecánico, y más allá hasta la terraza de la torre.

Otro acceso interior permite llegar a la pequeña terraza donde se ubica tanto la campana de las horas como la sirena de la torre. Desde aquí puede que sea posible ascender por el interior de la aguja, puesto que hay diversos maderos cruzados y clavados a la estructura lígnea, de madera, del chapitel.

La torre, construida reutilizando edificios anteriores, tenía diversas salas, que probablemente fueron vivienda de los sirvientes del templo, y la sala de campanas tenía su correspondiente piso de modo que los campaneros podían repicar desde el centro de la estancia las diversas campanas, mediante un ingenioso sistema de cuerdas. Del mismo modo, para 'bandear' las campanas, es decir, para voltearlas a la manera aragonesa, había suficiente espacio tanto de trabajo como de seguridad para moverlas sin riesgo.

En 1366 las tropas del rey Pedro IV, comandadas por el mercenario Beltrán Duguesclin, tras conquistar la ciudad en la guerra contra Pedro I de Castilla, arremetieron contra 306 barbastrenses de aquel entonces, que refugiándose en la torre murieron calcinados. Es por ello que los muros de la parte interna del edificio, aún hoy, se encuentran totalmente ennegrecidos.

En 1610 el obispo Juan Moriz de Salazar (1604-1616) encargó al arquitecto Pedro de Ruesta su rehabilitación.

La destrucción de la guerra civil vació de campanas litúrgicas la torre, dejando la gótica de las horas, así como la de los cuartos, probablemente de similar factura, para los toques tanto del reloj como de alarmas y otros avisos.

De las destruidas durante la guerra, se tiene noticias documentadas de tres: las campanas Pascuala y Valera, fundidas en 1776 por los hermanos Novel (Ramón y Francisco) campaneros de Zaragoza, y la campana llamada de Maitines en 1777 por Francisco Marco y Ventura Manzana, campaneros de Tolva.

En 1941, los hermanos Menezo, de Meruelo, en la provincia de Santander, instalan, probablemente, un taller de fundición ambulante en Barbastro, desde el que funden varias campanas tanto para la Catedral como para diversos templos de la Comarca del Somontano. En esta Catedral hacen dos campanas: una de las pequeñas y la mayor, a la que se une una tercera del siglo XIX, procedente seguramente de los Servicios de Recuperación del Ejército Español. En 1954 se añade una cuarta campana, fundida por Salvador Manclús de Valencia, que a pesar de ser la menor de todas es la segunda de nota.

Por lo tanto, y resumiendo, actualmente en la sala de campanas podemos encontrar cuatro de ellas: la María de la Asunción de 1954, la Santa Bárbara de 1941, la campana de los muertos de 1817 y la Mayor, llamada Isabel, de 1941 y donada por la familia Cosculluela Montaner. Además en el chapitel podemos encontrar la campana de los cuartos y la Raimunda que toca las horas.

Con estas campanas, el campanero Pedro Salinas, y tras él su hijo Joaquín tocan las campanas durante lustros. A la temprana muerte de este último, le sucede su hermana Rosalía Salinas. Esta labor la continua Jose María Fierro, antiguo monaguillo de la Catedral, que había ayudado al padre de los Salinas, y que tenía gran afición por las campanas y sus toques. Tras la muerte del señor Fierro se mecanizan las campanas, instalando sendos electromazos a cada una de las cinco campanas, y un motor de tiro para la de los cuartos.

No es posible visitar el campanario, debido a la escasa superficie de la galería corrida de la sala de campanas, y al complicado e inseguro acceso a la terraza superior.

Menos acorde con la función específica del campanario, es que, en algún tiempo, fuera destinada la torre a cárcel. En 1634, el Cabildo acude al obispo, a fin de que impida el uso como cárcel de la torre, porque entran y salen muchas personas para visitar a los presos y porque las campanas, que tanto cuestan, se estaban echando a perder.

Pero más insólito es, que fuera en alguna ocasión, refugio de conspi­radores. Así en 1824, el Corregidor de la ciudad Don Baltasar de Oncinellas, dirigió un escrito al entonces obispo de Barbastro Juan Nepomuceno de Lera, en el que le dio traslado de un oficio del Subdelegado de Justicia de la ciudad, que dice: 'Reservado. Diez sujetos de la Ciudad me presentaron sus manifestaciones de Comuneros a fin de acogerse al indulto concedido por S. M. a todas las sociedades secretas, manifestando todos ellos que no habían estado más que en dos o tres reuniones de las celebradas en la torre de la catedral de esta Ciudad, los que no tenían ni diploma, título ni insignia alguna. Dios guarde, etc.'

Estos comuneros pertenecían a una sociedad secreta, parecida a la masonería, que se denominaba Confederación de Caballeros Comuneros, en recuerdo de los Comuneros de Castilla. Y, que llegó hasta Barbastro. De e­llos, estos diez pidieron la reinserción.

Artículos y audioguías relativas a la Catedral de Barbastro:

- (1a). Introducción.
- (1b). Accesos e interior.
- (II). Retablo Mayor.
- (III). Retablo de San Ramón.
- (IV). Retablo de San Pedro Apóstol.
- (V). Capilla de la Virgen del Pilar.
- (VI). Capilla de la Asunción.
- (VII). Capilla de San Francisco Javier.
- (VIII). Capilla del Santo Cristo de los Milagros.
- (IX). Capilla de San Carlos Borromeo.
- (X). Capilla de San José.
- (XI). Capilla del Rosario y el órgano.
- (XII). Capilla de los Reyes.
- (XIII). El Coro.
- (XIV). Torre campanario.

La Torre Campanario en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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