Situada en el entorno de la Iglesia de San Francisco de Asís, así como de la calle de Las Fuentes, dado que otras fuentes se sitúan en los alrededores, junto al río Vero, ha sido siempre el barrio de los labradores de Barbastro.
La fuente de San Francisco de Asís responde a una tipología constructiva desarrollada en toda la Comarca del Somontano a lo largo de siglo XVI y que responde al modelo de fuente renacentista de cuerpo cuadrado donde bajo arco de medio punto cobija los caños, desde los más simples a los decorados con máscaras o figuras de animales. Suele estar coronada con una simple cornisa con molduras o en ocasiones un pequeño frontón que porta la fecha. Pero desde el punto de vista artístico destaca como un soberbio ejemplar renacentista con profusa decoración plateresca concebida a modo de portada, donde el arco de medio punto que cobija la pila queda enmarcado por pilastras decoradas con grutescos; los caños nacen de la boca de unos mascarones y un escudo de la ciudad portado por ángeles preside el conjunto.
Esta preciosa fuente, objeto obligado de visita para el turismo, fue contratada en 1553 por el Concejo de la Ciudad al escultor maese Jaques de Guertch, maestro de origen francés vecino por entonces de Calasanz. También es la primera obra documentada del maestro cantero Juan de Araçil, cantero de origen vasco, que se incorporó al trabajo cuando ya estaba todo acordado con Jaques de Guertch. La fuente se habría de construir en el lugar en el que ya existía una fuente conocida popularmente como 'de los Frayles', de lo que se deduce que se trató de un encargo con un interés puramente ornamental. Su traza denota una profunda comprensión del lenguaje renacentista: equilibrio y correspondencia entre las partes, adecuado uso de los elementos decorativos y estructurales, ... El contrato especificaba la duración de las obras en 5 meses y que el material de construcción sería piedra caliza de Fonz, de una blancura excepcional, bien conocida por su calidad y sumamente demandada en la época.
Esta fuente, al igual que la del Azud, responden a modelos cultos y desempeñaron en las ciudades y pueblos un papel ornamental y simbólico, representando dignamente el orgullo de toda una sociedad y de las autoridades municipales, que como celebra el escudo que las preside, 'habían traído la bondad de las aguas y la prosperidad de sus habitantes'.
Es tradición que en la noche de San Juan las mujeres iban a lavarse la cara en la noche de San Juan, con el fin de asegurarse salud y belleza para el resto del año.
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2 comentarios:
Situada en el entorno de la Iglesia de San Francisco de Asís, así como de la calle de Las Fuentes, dado que otras fuentes se situan en los alrededores, junto al río Vero, ha sido siempre el barrio de los labradores de Barbastro.
as visto a Senda Fusté miralles? se fue engañando a todos.creo que asturias o langreo .viva la poesia.
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