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Catedral de Barbastro (VIII): Capilla del Santo Cristo de los Milagros

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Capilla del Santo Cristo de los Milagros en la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Situada a los pies de la iglesia en la nave de la epístola. Construida en 1703 como capilla bautismal, para ello hubo que tapiar una de las antiguas puertas de la Catedral. Entre 1714 y 1722 se procedió a su decoración y a cambiar la titulación de la capilla por la que actualmente se le conoce. Se colocó un baldaquino, o templete, exento sostenido por cuatro columnas salomónicas, bordeado por una tira de guardamellata y culminado por ángeles con instrumentos de la Pasión. La obra acusa la influencia del baldaquino realizado por el genial artista italiano Gian Lorenzo Bernini en la basílica de San Pedro del Vaticano, conocido a través de un grabado y que con anterioridad ya se había reflejado en los baldaquinos de San Pedro Arbués de la Seo de Zaragoza o en el de Nuestra Señora de los Sagrados Corporales de Daroca. El baldaquino de Barbastro se hizo para cobijar la venerada talla, a tamaño natural, de Cristo Crucificado, que ardió en 1936; la actual fue tallada en 1939 por el escultor catalán Enrique Monjó.


El acceso a la capilla se realiza mediante una portada realizada en estuco de un churrigueresco desbordante. Una puerta adintelada flanqueada por dos pilastras adosadas completamente decoradas con motivos vegetales y niños que soporta un entablamento profusamente decorado. Las pilastras se alzan sobre dos altos zócalos de madera. En la base de las pilastras un conjunto de niños cabalgan sobre leones y pájaros, y a la derecha de la portada también podemos observar un óvalo con un relieve.

El dintel de la puerta se adorna con una especie de cortinaje que simula la entrada a la capilla, se abre con la ayuda de unos niños y dos figuras que sujetan el mismo junto a las pilastras. Por encima del entablamento una hornacina con venera con una imagen de la Verónica encuadrada en el centro de un frontón semicircular partido. Decorando el frontón tres imágenes que representan a la fe, la caridad y la justicia. En la parte superior del frontón unos angelitos portan los elementos de la Pasión de Cristo.

El interior se cubre con cúpula apoyada en trompas con los símbolos de los cuatro evangelistas y con linterna central que permite la iluminación de la capilla. Por debajo de la cúpula tres frescos realizados entre 1886 y 1887 por el catalán LLobet y que representan La Última Cena, Camino del Calvario y Jesús entre profetas, reyes y santos.

En los muros de las paredes, grandes lienzos cubren prácticamente la totalidad del interior. Al fondo por detrás del templete donde se encuentra el Cristo, tenemos un lienzo con la Última Cena, y a ambos lados el Juicio de Pilatos y la Verónica. En los muros laterales de la Capilla vemos la Oración en el Huerto y la Crucifixión. En los laterales de la ante-capilla encontramos el Beso de Judas y el Prendimiento, estos lienzos de menor tamaño que el resto.

Este Cristo de los Milagros, como su nombre indica, tiene fama de milagrero. Corría el año 1701, cuando se experimentó en la ciudad y en la Comarca del Somontano una falta notable de agua y ante ésta circunstancia, como lo había hecho en otras ocasiones, la Cofradía de las Almas que era la que cuidaba de la Santa Imagen sacó en veneración al Santo Cristo en devota procesión hasta el Pueyo y al volver por la tarde anduvo por las calles ordinarias de la procesión, con tan numeroso concurso de gente y penitencias que edificó mu­cho al pueblo. Al regresar a la Catedral, se puso al Cristo en el altar mayor y se veneró durante nueve días, diciéndose misa por la mañana y por la noche; después de Maitines, se cantaba el salmo miserere con gran afluencia de fieles y antes de terminar la novena, llegaron las lluvias que supusieron el socorro de la necesidad.

Otra versión de estos sucesos cuentan que, un canónigo de la Catedral le preguntó al Cristo de los Milagros si llovería o no llovería, a lo que el Cristo movió la cabeza en sentido afirmativo y efectivamente la lluvia hizo su aparición.

Otro hecho milagroso se cuenta que en Julio de 1855, cuando la Ciudad se vio invadida por el terrible cólera morbo asiático, que azotó a la mayoría de los pueblos de España, se acudió con fervor y confianza al patrocinio del Santo Cristo y al tercer día de la novena, el número de afectados se redujo de 1.500 a 600, en los días en que se hallaba en período de ascenso la enfermedad.

Artículos y audioguías relativas a la Catedral de Barbastro:

- (1a). Introducción.
- (1b). Accesos e interior.
- (II). Retablo Mayor.
- (III). Retablo de San Ramón.
- (IV). Retablo de San Pedro Apóstol.
- (V). Capilla de la Virgen del Pilar.
- (VI). Capilla de la Asunción.
- (VII). Capilla de San Francisco Javier.
- (VIII). Capilla del Santo Cristo de los Milagros.
- (IX). Capilla de San Carlos Borromeo.
- (X). Capilla de San José.
- (XI). Capilla del Rosario y el órgano.
- (XII). Capilla de los Reyes.
- (XIII). El Coro.
- (XIV). Torre campanario.

Capilla del Santo Cristo de los Milagros en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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